Editorial de la audición radial LA VOZ ARMENIA
Sábado 4 de Julio de 2009 – Radio Génesis AM 970 (Buenos Aires, Argentina)
El pasado fin de semana los argentinos teníamos nuevamente la oportunidad de expresarnos durante una nueva contienda electoral, ya sea votando por uno de los candidatos o por ninguno de ellos. Nuevamente, el sistema dominante nos “invitó” al juego que mejor juega, ese de hacernos creer partícipes de “en una contienda electoral libre”, cuando en realidad, y a través de los omnipresentes medios de comunicación masiva al servicio de los poderosos y sus intereses, van condicionando “la voluntad” de cada uno de nosotros. Desde el vamos, creer y asegurar que quien vota en blanco, o impugna su voto o no participa del acto electoral esta fuera de todo o indirectamente apoya a tal fuerza oficialista (según su lugar de origen), significa haberse mimetizado con el discurso de los defensores del sistema, para quienes la “voluntad, los intereses y la participación popular tienen un comienzo y un fin: las elecciones”. Una vez finalizadas las elecciones, y salvo honrosas excepciones que tratan de cumplir con algunas de las propuestas realizadas, cada quien intenta llevar agua para su molino. Ejemplo sobran de hombres y mujeres de derecha y centroizquierda que dicen mucho y hacen todo lo contrario una vez ocupada la banca deseada.
Yendo a lo que nos dejaron estos comicios, parado en el campo popular y con el horizonte siempre puesto en la construcción de la nueva sociedad socialista como única y real alternativa al inhumano y explotador modelo capitalista, uno podría realizar las siguientes apreciaciones objetivas:
-A pesar de haber perdido mayorías en ambas Cámaras legislativas, el kirchnerismo terminó con una base de alrededor de 5,5 millones de votos a nivel nacional, que lo posicionan de manera inmejorable de aquí a las futuras presidenciales;
-El peronismo, aliándose con la derecha, logró recomponer su tropa y ganar un poco de protagonismo, en los distritos principales del país como Ciudad y Provincia de Buenos Aires;
-Se confirmó “el regreso de los muertos vivos”, con un radicalismo que a través de su vocera oficial, “la mística” Lilita Carrió, asegura haberse convertido en la segunda fuerza en todo el país, con el riesgo que significa para cada uno de nosotros la posibilidad de que estas fuerza y sus hombres “tengan la suerte de volver a dirigir los destinos del país”. Tal vez en una próxima vez “no abandonen el barco en medio de la tormenta”. Pero, lamentablemente, dirigentes como Cobos, Carrió, Stolbizer, Morales y Alfonsín hacen preveer lo peor…
-El progresismo y la izquierda, en sus diferentes variantes y matices, tuvo picos inesperados en Pino Solanas y en Martín Sabatella, un decoroso resultado con Heller, y preocupantes porcentajes en lo que comunmente se conoce como “la izquierda roja”.
-Fue alto el número de ciudadanos que no fueron a votar o que fueron y votaron en blanco o impugnaron su voto, marcando así también la existencia de un importante sector de la población para quienes las elecciones no pasan de ser un instrumento en favor del constante reciclaje de quienes mantienen en sus manos las verdaderas riendas del poder.
Hasta aquí, un rápido y sencillo análisis electoral al que además hay que agregarle algunas perlitas como ser:
-la capacidad de la derecha para lograr cautivar a un importante sector de la sociedad a pesar de su historia, de sus nefastos antecedentes, de sus contradicciones públicas y de lo impresentable de algunos de sus candidatos;
-la incapacidad de la izquierda para entender las elecciones como un momento en la lucha general y así aglutinar fuerzas contra el enemigo común para después si, en el fragor de la actividad cotidiana, dirimir las diferencias entre corrientes y proyectos que tienen más cosas en común de lo que muchos creer.
-la memoria corta que tenemos los argentinos, poniendo nuevamente en “la lista de ganadores” (como les gusta decir a los medios de la burguesía) a dirigentes que tanto daño le han hecho al país y al pueblo, ya sea en los años de plomo de la dictadura, en los años de las “fiesta menemista-peronista” o en los de la alianza de radicales-cavallistas y progresistas que terminaron escapando en helicóptero habiendo sido los principales culpables de un país que quedaba en llamas, saqueado y con muertos en las calles.
Y mientras los dueños del poder brindan con champagne en la mesa de la anciana conductora que almuerza por tevé, soñando con el regreso de los “buenos tiempos” para ellos (tiempos que en realidad nunca dejaron de ser buenos, ya que siempre han mantenido sus negocios y ganancias), desde el gobierno se escucharon algunas reflexiones sensatas que dan cuenta que al menos hubo algunos que entendieron, o al menos así lo presentan, qué pasó el último fin de semana. Comprender que cuando se tocan los intereses de los poderosos hay que ir a fondo, sin dudar y contando con el apoyo de las amplias masas populares, es una condición “sinecuanón” para avanzar decididamente por el camino de la construcción de algo distinto, con mayor equidad y justicia social e integrada plenamente a una América Latina que avanza por un novedoso proceso de edificación de sociedades no capitalistas.
En ese marco y en esas sociedades es donde encontraremos las mejores condiciones para desarrollar nuestra actividad en favor de la formación del hombre nuevo que se transforme en pilar fundamental de la nueva sociedad socialista.
Pero, desgraciadamente, no podemos terminar esta editorial haciendo sólo un balance y una reflexión pública sobre las elecciones, ya que nuestro país está sumido en una emergencia sanitaria real, con varias decenas de muertos y miles de infectados, que se han convertido en un llamado de atención para todos.
Los medios masivos de comunciación –desde el mult`meo “Clarín” a la gran mayoría de quienes lo secundan- han decidido incluir esta pandemia como parte de su agenda política anti-gubernamental, intentando sembrar el pánico a través de opiniones y datos parcializados y muy lejos de ser objetivos. Parece ser que cuantos más muertos haya, mayor será el desgaste del gobierno y mayor su rédito sectorial. Si el gobierno no hace, “porque no hace”; si hace, “porque lo hizo tarde”; si habla un infectólogo y dice que hay que cuidarse pero no crear el pánico, “dicen que está pago por el gobierno”; incluso se la llegó a cuestionar a la Presidenta porque va a viajar a Honduras… Esta es la cuenta que hacen los “verdaderos dueños del poder”. Yo simplemente pregunto: ¿Qué hacen ellos y qué hacemos todos ante las decenas de muertes que se producen diariamente en el país por hambre, frío y enfermedades y males que producen la extrema pobreza y la miseria en la que están sumergidos millones de argentinos?
Nosotros, ciudadanos comunes, debemos redoblar nuestros cuidados, tomar todas las medidas y las precauciones necesarias, extremar la higiene y evitar –al menos en esta primera etapa- todas aquellas reuniones que permitan el contagio.
Que el pánico no nos domine ni nos gane. Ya bastante tenemos con los Macri, los de Narváez y los Carrió.
Adrián Lomlomdjian
Director
lunes, 6 de julio de 2009
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