domingo, 23 de septiembre de 2007

LIBRE, INDEPENDIENTE Y SOCIALISTA

Audición Radial “LA VOZ ARMENIA”
EDITORIAL (Sábado 22 de Septiembre de 2007)
El 21 de Septiembre es, desde hace exactamente 16 años, la fecha elegida por algunos para hacernos festejar a todos algo que no es como se lo presenta. Y ésto, lo digo con todo el respeto que merecen quienes así lo creen y actúan de manera sincera. Pero así como ellos merecen, y tienen, el respeto de quienes pensamos distinto, también nosotros merecemos el respeto de ellos y de todos.
Es cierto, y no hay manera de negarlo ni obviarlo: el 21 de Septiembre de 1991 la mayoría del pueblo armenio elegía por el “sí” a la cuestión de la independencia y desde ese momento el país dejó de ser una República Socialista Soviética para convertirse en, simplemente, República de Armenia. Y aquí no vamos a introducirnos en el análisis de las causas que derivaron en esa situación, ya que es un tema para el análisis profundo y detallado. Sigamos. Antes, la propia denominación del país dejaba en claro la sociedad que aspiraba a ser construida diariamente, a pesar de los errores cometidos. Pero ahora, no dice ni República Capitalista de Armenia ni tampoco República Sometida de Armenia ni nada, simplemente República de Armenia, como si eso fuera la carta credencial que determina el grado de libertad e independencia del que gozan un pueblo y el Estado que los representa.
Pero volvamos un poquito atrás y claro, cuando se dice que el pueblo votó “sí” y cambió la denominación del país, parecería algo sencillo. Y en eso se basan quienes pretenden hacernos festejar a todos esta fecha. Y no es así.
El 21 de Septiembre de 1991, como particularidad armenia, forma parte de ese todo que es la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y de la experiencia socialista en Europa del Este. Y quienes nos reivindicamos de izquierda y progresistas, no tenemos nada que festejar, ya que esa fecha marca, simbólicamente, el inicio del retroceso de nuestra Madre Patria hacia el restablecimiento del sistema capitalista, con todas sus lacras y miserias.
Y no estoy haciendo una calificación de valores de quienes celebran el nacimiento de la llamada Tercera República de Armenia, sino simplemente llamo a la reflexión y a la honestidad para comenzar a llamar las cosas por su nombre. Porque resulta una falacia total presentar como defensores de los valores de libertad e independencia a quienes simpatizan y festejan el 21 de Septiembre, catalogando automáticamente de lo contrario a quienes nos identificamos con el proceso socialista vivido en Armenia y que seguimos luchando por la instauración del mismo, ya sea en nuestro país como en cualquier rincón del planeta.
Porque a simple vista se ve que quienes “se llenaron la boca hablando de libertad e independencia”, simplemente querían que Armenia dejara de ser socialista y ahora sí, no ponen ningún reparo en “perder la libertad y la independencia conseguidas”, esta vez “a manos de otro tipo de uniones, tal vez, para ellos, “más civilizadas”. ¿O acaso estos sectores encabezarán las protestas cuando dejemos de ser “libres e independientes” y pasemos a formar parte de la Unión Europea? ¿O no son claras demostraciones de no existencia de “libertad e independencia” el tener que introducir reformas a la constitución por imposiciones extranjeras; el tener que aprobar programas económicos ideados por organismos financieros-usureros internacionales; el tener que depender de la “buena voluntad” y de los negociados de terceros para bajar índices de pobreza y “modernizar” los sistemas públicos de educación y salud?
Hay mucho para hablar y debatir sobre esta cuestión, pero lo que debe quedar claro es que la identificación con Armenia, la defensa de sus intereses y la preservación de sus valores culturales e identidad en estas tierras, no están ligadas a la celebración o adhesión a esta fecha. Muchos parecen haber descubierto Armenia en el año 1991... y allá ellos.
Nosotros hemos estado y estaremos junto a la Madre Patria y su pueblo, pero siempre defendiendo los mismos valores y los mismos objetivos. Sin creernos los dueños de la verdad absoluta, pero con la conciencia tranquila de sabernos parte de ese multitudinario ejército de seres humanos que lucha, en cada rincón del planeta, por la construcción de nuevas sociedades para un nuevo mundo.
Y que quede claro. Nosotros estamos a favor de una Armenia verdaderamente libre, verdaderamente independiente y nuevamente socialista.


Buenos Aires
22 de septiembre de 2007