martes, 14 de diciembre de 2010

¡Ni un paso atrás!

Audición radial LA VOZ ARMENIA, Buenos Aires, República Argentina
Editorial del programa del martes 14 de diciembre de 2010

Sí, ¡ni un paso atrás!
De esto debemos convencernos todos aquellos quienes desde distintas identidades nacionales y político-partidarias nos hemos brindado y seguimos haciéndolo por terminar con la explotación del hombre por el hombre.
De esto debemos convencernos los millones de hombres y mujeres que en nuestro país, a diario, aportamos nuestro granito de arena para construir una nueva sociedad donde “no sea algo natural y normal” ver gente revolviendo tachos de basura, durmiendo en las calles o tirando de un carro con decenas de kilos de cartón y plástico.
De esto debemos estar convencidos los que soñamos y luchamos por un país inclusivo DE VERDAD, donde el de al lado es mi hermano y compañero por el sólo hecho de SER HUMANO, y por eso tiene los mismos derechos que cualquiera de quienes habitamos esta tierra.
De esto debemos estar seguros todos quienes más allá de nuestro ámbito de militancia y de que si cantamos la Internacional o la Marcha Peronista sabemos que estamos en un momento crucial para el futuro de nuestro país y que debemos definir esa “gran batalla” para luego, sí, debatir con franqueza nuestras lógicas diferencias sin poner en riesgo el camino elegido.
De esto debemos estar convencidos tanto quienes aseguran que están poniendo en práctica “un modelo distinto de país” (sin explicitar con detalles cuál es ese modelo y hacia dónde vamos), como aquellos otros quienes sostenemos que hay grandes avances, pero también grandes retrocesos y estancamientos y que por eso es necesario criticar dcha. paso en falso para reagrupar fuerzas a favor de la profundización del “modelo”.
De esto debemos estar seguros unos y otros, concientes que nos estamos acercando al momento donde se acaba la cháchara y hay que definir: o avanzamos decididamente hacia la construcción de una sociedad no capitalista o seguimos redistribuyendo riqueza para mantener la pobreza y todo como está.
La ineptitud para gobernar, la soberbia de clase y la ignorancia de Mauricio Macri cuentan con el apoyo de una porción nada despreciable de los habitantes de nuestra Ciudad (y también del país), quienes siempre han sido cautivos del discurso de la derecha, que no es otra que la que los hizo vivir (a muchos de sus adeptos) los peores años de su vida.
Que un Jefe de Gobierno con una identidad claramente fascistoide incite a través de su discurso al odio racial es tan grave como que aún existan en nuestra sociedad hombre y mujeres (muchos de ellos descendientes de inmigrantes) que repitan ese discurso sin mirarse al espejo y sin siquiera sonrojarse.
¡Ni un paso atrás!
Porque lo que hemos conseguido en estos años no fue un regalo del “kirchnerismo” –como intentan presentarlo- sino el fruto de décadas de lucha de las distintas corrientes que integran el campo popular nacional y que han sabido –con aciertos y errores- construir una corriente y fuerza multisectorial –y desorganizada- capaz de incidir de manera decisiva en las grandes decisiones del país.
No podemos ni debemos mirar para el costado.
Cierren los ojos un momento, transpórtense en el tiempo y díganme qué diferencias existen entre el discurso de Macri y el de Taleat, y entre quienes salieron a cazar bolivianos y paraguayos con los que salieron a cazar armenios en el imperio otomano.
Me dolió, y mucho, escuchar voces en nuestra colectividad –y por supuesto, fuera de ella- dando a entender que no sintieron dolor alguno por lo que pasaba o, peor, que estuvieron de acuerdo con el accionar de los matones y fascistas a sueldo disfrazados de “vecinos ofuscados”.
¿Qué nos está pasando? ¿Acaso nuestros muertos valen y los ajenos no? ¿Acaso nuestro reclamo es justo y el de otros no? ¿Acaso nosotros tenemos derechos que otros no deberían tener? ¿Qué nos está pasando?
El otro día le dije a un amigo que si Cristo apareciera hoy entre nosotros, seguramente sería apedreado por quienes dicen ser sus files, porque ellos sí “pagan impuestos” y con tal defender la propiedad privada.
Abramos los ojos, miremos alrededor y podremos ver con mucha claridad que los verdaderos usurpadores, los verdaderos delincuentes, los verdaderos destructores del país no ocupan terrenos en el Bajo Flores ni el Villa Soldati. Ellos, pasean por el mundo libremente, con la impunidad que le otorga el sistema que han sabido construir y conservar.
Por eso, ¡Ni un paso atrás!, porque el futuro nos pertenece.


Adrián Lomlomdjian
Director

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